Veganismo y ecología
Ana María Aboglio | noviembre 18, 2019 | Ediciones Ánima.
El maridaje explotación animal-tecnociencia hace tiempo que trabaja en pos de reducir el costo ambiental de sus inversiones. Usando algunos individuos como «ejemplares de experimentación», encerrados en las llamadas cámaras de respiración, se dirigen los esfuerzos científicos hacia la obtención de un alimento que reduzca la emisión de gases de efecto invernadero.
La industria siempre supo de qué se trataba, aunque ahora ya no puede seguir sin tomar medidas, por lo que aceleran los experimentos para que pueda obtenerse una explotación menos contaminante. Tanto desde el INTA Manfredi de Córdoba como desde el de Balcarce, se manipula la alimentación del «ganado» para suplementarla con hierbas que reducirían el metano. Otros consejos que aportan los científicos consultados en una nota del diario Perfil implica «mejorar los índices de la ganadería a nivel país porque los rumiantes emiten metano por su mecanismo de alimentación. Si uno tiene animales poco productivos están emitiendo sin producir nada.» [1]
En la misma página, un cuadro dee la Secretaría de Ambiente y Desarrollo sustentable nos informa acerca de la siguiente contribución al problema en Argentina: 1) 52,5%/Energía; 2) 39,2%/Agriculura, ganadería y silvicultura; 3) 19%/ Ganadería bovina; 4) 4,5%/ Procesos industriales; y 5) 3,8%/Residuos.
El antropocentrismo moldea la relación que objetiviza a los otros animales y se sirve de todos los medios tecno-científicos que utiliza para aumentar o mejorar la producción. Esta es la raíz del problema a la que apunta el veganismo. Puede que ciertas actividades produzcan daño ambiental, pero es por ellos y ellas que lo justificamos. O sea, por justicia e igualdad.
Notas
[1] «Investigadores buscan reducir el metano que emiten las vacas», por Cecilia Farre, Perfil, 17 de noviembre de 2019, p. 50-51.