Productos químicos y cáncer en perros
Ediciones Ánima | mayo 8, 2018
En el año 2017 se dio a conocer un estudio de seis años realizado por la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Tufts, donde se relacionan los productos químicos usados en el césped con el linfoma maligno canino (LMC). En base a los resultados del cuestionario solicitado a los guardianes de los perros, se encontró que «específicamente, el uso de pesticidas aplicados profesionalmente se asoció con un riesgo 70% mayor de LMC. El riesgo también fue mayor en aquellos que informaron el uso de reguladores de crecimiento autoaplicados de insectos«. Otro estudio con métodos similares descubrió que los herbicidas también contribuyen al linfoma maligno canino: los que contienen 2,4-D duplicaron el riesgo de LMC cuando se usó 2,4-D cuatro o más veces al año.
Un estudio de 2013 concluyó que los herbicidas 2,4-D y otros químicos para el césped hacen que el riesgo de cáncer de vejiga canino sea «significativamente más alto». Ciertas razas, incluidos Beagles, Scottish Terriers, Shetland Sheepdogs, West Highland White Terriers y Wire Hair Fox Terriers son más susceptible debido a una predisposición genética al cáncer de vejiga. La exposición a los productos químicos puede provenir de la ingestión, inhalación o contacto con la piel. El estudio encontró que «se detectaron productos químicos en la orina de perros en 14 de 25 hogares antes del tratamiento con césped, en 19 de 25 hogares después del tratamiento con césped, y en 4 de 8 hogares sin tratamiento. Los productos químicos se detectaron comúnmente en los residuos de pasto de los céspedes tratados, y de los céspedes no tratados que sugieren la deriva química de áreas cercanas tratadas«.
Los productos químicos del césped, en particular los que contienen 2,4-D, se han relacionado con al menos dos tipos de cánceres caninos. Los estudios descubrieron que los químicos del césped viajan a los patios vecinos y al interior de las casas, y se han encontrado químicos en la orina de los perros cuyos dueños no rociaban sus céspedes.
Otro estudio encontró contaminantes herbicidas 2,4-D en el interior y en todas las casas, tanto antes como después de la aplicación al aire libre. El estudio evidencia que los animales no humanos absorben y rastrean los productos químicos del césped, los cuales se trasladan desde sus objetivos previstos. El estudio concluyó que «la eliminación de los zapatos en la puerta y el nivel de actividad de los niños y las mascotas fueron los factores más importantes que afectan los niveles de residuos en el interior después de la aplicación«.
Nos resta recordar que los productos químicos nocivos han salido a la venta después de ser testeados en animales no humanos. Su nocividad nos invade a todos.
Fuente: Studies Link Canine Cancers to Lawn Chemicals, 10 de junio de 2017.