Preguntas tontas y una falta de equilibrio
Gary Francione | enero 23, 2008 | Traducción: Ana María Aboglio. Ediciones Ánima
© Gary Francione. © Traducción: Ana María Aboglio © 2008 Ediciones Ánima
Texto perteneciente al Blog personal de Gary Francione.
23 de enero de 2008.
Entre los muchos anuncios que recibo acerca de los varios eventos y conferencias que se centran en la cuestión animal, había uno que divulgaba una conferencia patrocinada por el grupo bienestarista United Poultry Concerns. El título de la conferencia es: “Libres de jaulas, amigos de los animales, hágase vegano/a – ¿Cuál es el problema?”
De acuerdo al anuncio, la conferencia va a preguntar:
¿El trabajo de los activistas debe reducir el sufrimiento de billones de pollos y otros animales que nunca vivirán para ver un mundo vegano, o tales esfuerzos son contraproducentes –una traición moral a los animales?
Esta pregunta asume que las reformas del bienestar animal significativamente reducen el sufrimiento de los animales, y que nos llevarán incrementalmente hacia un mundo vegano. Pero no hay nada que apoye esta suposición.
Tal como argumenté en mi ensayo, Los cuatro problemas del bienestar animal, las reformas bienestaristas no ofrecen una protección significativa a los animales; las medidas bienestaristas hacen que el público se sienta mejor en cuanto a la explotación animal, y eso fomenta la continuación del uso de animales; el bienestar animal no hace nada para erradicar la condición de propiedad de los animales, y el tiempo y el dinero gastados en las reformas bienestaristas significan menos tiempo y dinero invertido en promover el veganismo. No hay evidencia empírica de que la reforma bienestarista conduzca incrementalmente a la abolición del uso de los animales, o ni siquiera que reduzca significativamente el uso de los animales. La ética del bienestar animal ha sido el paradigma moral dominante, y hemos tenido leyes de bienestar animal por más de 200 años. Y ahora estamos usando más animales, de maneras aún más horribles que en ningún otro momento de la historia humana.
Esta pregunta también asume que los abolicionistas, los cuales se oponen a las reformas bienestaristas, no tienen un programa para reducir el sufrimiento animal, en cuanto a que nos dirigimos incrementalmente rumbo a la abolición. Esa suposición también está errada.
El enfoque abolicionista es ir al frente, a todo vapor, con la promoción explícita y sin reservas del veganismo como la única base aceptable del movimiento por los derechos animales. Cuantas más personas adopten el veganismo, menos será la demanda de productos animales; cuantos menos animales se produzcan para consumo humano, menos sufrimiento animal. Y a diferencia del abordaje bienestarista, que refuerza la condición de propiedad de los animales y hace que el público se sienta bien acerca del uso de animales, el enfoque vegano deja en claro que nosotros no tenemos ninguna justificación moral para explotar a los animales no humanos –por más “humanitario” que sea el tratamiento. El enfoque abolicionista procura cambiar el paradigma; el enfoque bienestarista permanece empapado y enredado en el statu quo.
El anuncio para esta conferencia bienestarista también pregunta:
¿Y qué en cuanto a términos como “carne humanitaria”, “sin crueldad”, “estándares compasivos,” y “victoria”? – ¿qué mensaje dan estos términos al público?
Esta pregunta se refiere al hecho de que, en los EE.UU y en Gran Bretaña, los bienestaristas están promoviendo etiquetas para asegurar al público que los cadáveres y otros productos de origen animal que están adquiriendo fueron producidos en condiciones “humanitarias”. Esto es, los bienestaristas se han unido con la industria de explotación animal para formar una asociación en la que los bienestaristas colocan su “sello de aprobación” en carnes, lácteos y huevos.
Por ejemplo, en Gran Bretaña, está la etiqueta Freedom Food; en EE.UU. está la etiqueta Certified Humane Raised and Handled y la Animal Compassionate promovida por Whole Foods Market.
Tal estrategia puede solamente conducir hacia una dirección –hacer la explotación animal más aceptable.
¿Y quiénes son los expositores en la conferencia de United Poultry que ofrecerán una “discusión” acerca de la cuestión del etiquetado y de la utilidad o no de la reforma bienestarista?
Vamos a dar un vistazo a la lista de expositores.
—Karen David de United Poultry Concerns, que “promueve el tratamiento compasivo y respetuoso de las aves domésticas” y apoya la legislación del bienestar animal, los huevos de aves “libres de jaulas” y “jaulas más grandes” para las ponedores de jaulas en batería;
—Harold Brown, antes de Farm Sanctuary, Bruce Friedrich de People for the Ethical Treatment of Animals, y Christine Morrissey, todos patrocinadores de los estándares compasivos para los animales, el Animal Compassionate Standard, de Whole Foods.
—Paul Shapiro, de la Humane Society of the United States, co-patrocinante de la etiqueta Certified Humane Raised and Handled, apoya la Animal Compassionate Standard, y promueve incansablemente los huevos de ponedoras “libres de jaula” y otras formas de bienestar animal,
—Roberta Schiff , de Mid-Hudson Vegetarian Society, que promueve la inefectiva reforma de bienestar animal, tal como la “prohibición” de foie grass que fue propuesta en Nueva York, y del trabajo de Michael Pollan, uno de los principales arquitectos del movimiento por la carne “feliz”; y
—Patty Mark, de Animal Liberation Victoria, de Australia, quien se opone a las reformas bienestaristas y considera inaceptables esos esfuerzos para etiquetar como “humanitaria” la muerte y la miseria.
Seis a favor, uno en contra. ¡Esto sí que es equilibrio!
Nosotros podemos, sin embargo, responder a la pregunta: “¿Cuál es el problema?”
El problema es la suposición de que la reforma del bienestar animal funciona.
El problema es la suposición de que el enfoque abolicionista no tiene un programa eficaz de reducción incremental del sufrimiento animal, que reducirá la demanda por los productos de origen animal.
El problema es decirle al público que van a tener una “discusión” acerca de estos temas cuando, de hecho, lo que van a hacer es presentar una propaganda bienestarista que, tal como el anuncio de la conferencia deja en claro, va a falsear y tergiversar el enfoque abolicionista.
P.S. Después de que este ensayo fue publicado, recibí un mensaje de Harold Brown. Él expresó, en parte: “Es verdad que trabajé para Farm Sanctuary, pero renuncié hace algunos meses, porque estaba en un callejón sin salida, al ser una voz por los derechos.” Él también dijo que ahora está siendo “rotulado de abolicionista fundamentalista, al mismo tiempo en que ellos dicen que mis puntos de vista son iguales a los tuyos” y que “soy un abolicionista y no voy a retroceder ante la retórica orwelliana y la hipérbole que esas organizaciones de alcance nacional están propagando…”
Así que, quizás, Patty Mark no va a estar sola en esa celebración del bienestar animal.