La biotecnología se está yendo de las manos
Jeremy Rifkin | abril 2005 | Los Ángeles Times.Traducción: Ediciones Ánima.
¿Qué sucede cuando se cruza un humano y un ratón? Parece la introducción de un mal chiste, pero en realidad es un experimento recientemente llevado a cabo por un equipo de investigadores, conducido por un distinguido biólogo molecular, Irving Weissman de la Universidad de Stanford. Los científicos inyectaron células de cerebro humano en fetos de ratones creando una cepa de ratones que era aproximadamente un 1% por ciento humana. Weissman está considerando continuar con un experimento que produzca ratones cuyos cerebros van a estar constituidos por el 100 % de células humanas.
¿Qué sucederá si los ratones se escapan del laboratorio y comienzan a multiplicarse fuera de ese ambiente? ¿Cuáles podrían ser las consecuencias ecológicas que ratones con células cerebrales humanas desencadenen en la naturaleza?
Weissman dice que él, por supuesto, mantendrá ajustadas las riendas sobre los ratones, y si ellos muestran el más leve signo de humanidad, procederá a matarlos. Difícilmente tranquilizador.
En un mundo donde lo bizarro se ha vuelto común, pocas cosas sorprenden a la psiquis humana. Pero experimentos como estos, que producen ratones parcialmente humanos, excede el límite del chantaje humano con la naturaleza hasta el reino de lo patológico.
Este Nuevo campo de investigación -que crea criaturas híbridas de diferentes especies- es el límite de la revolución biotecnológica y se llama experimentación quimérica o visionaria (llamada como el monstruo de la mitología griega que era parte león, parte cabra y parte serpiente).
El primer experimento quimérico sucedió hace muchos años cuando los científicos de Edimburgo, en Escocia, fusionaron una oveja y un embrión de cabra –dos especies animales sin parentesco alguno que son incapaces de aparearse y producir un híbrido en la naturaleza. El resultado fue una criatura llamada “cabreja” (cabra y oveja), nacida con la cabeza de una cabra y el cuerpo de una oveja.[1]
Ahora, los científicos tienen su visión puesta en romper el tabú en el mundo de la naturaleza- cruzar humanos y animales para crear un nuevo humano- híbridos de animales de cualquier clase y descripción. Además de los ratones humanizados, los científicos han creado cerdos a los que les corre sangre humana por las venas y ovejas con hígados y corazones en gran parte humanos.
Los experimentos están diseñados para avanzar en la investigación médica. En verdad, un número creciente de ingenieros genéticos argumentan que los híbridos de humanos-animales se ajustarán a la era de oro de la medicina. Los investigadores dicen que cuanto más humanos logren hacer a los animales de investigación, mayor será el progreso para las enfermedades de los humanos, para probar nuevas drogas, tejidos y órganos para transplante dentro de cuerpos humanos.
Algunos investigadores están especulando acerca de quimeras de humano-chimpancés -para crear un “humancé”.[2] Un humancé sería el animal de laboratorio ideal porque los chimpancés están emparentados muy estrechamente con los seres humanos. Los chimpancés comparten el 98 por ciento del genoma humano y el chimpancé maduro tiene habilidades mentales equivalentes a la de un niño de 4 años. Fusionar un humano y un embrión de chimpancé podría crear una criatura tan humana que levantaría un cuestionamiento moral y ético que haría que 4000 años de ética se conviertan en un absoluto caos.
¿Esa criatura gozará de los derechos humanos y de las protecciones que otorga la ley? Por ejemplo, es posible que tal criatura cruce la barrera de las especies y se emparente con el humano: ¿La sociedad permitirá la unión inter-especies? ¿Un humancé deberá pasar alguna clase de prueba de “humanidad” para ganar su libertad? ¿Sería forzado a hacer trabajos serviles o actividades de riesgo? Si el propósito de estos híbridos es realizar experimentos médicos, ¿podrían ser estos experimentos permitidos moralmente?
Por favor entienda que nada de esto es ciencia-ficción. Anticipando una racha de nuevos experimentos la Academia Nacional de Ciencias, el cuerpo de científicos más venerable de los EE.UU., está esperando para emitir las pautas a seguir en la investigación quimérica este mes. ¿Cuáles serían las ramificaciones de crear cientos, incluso miles, de nuevas formas de vida que son en parte humana y en parte otra criatura? ¿Las criaturas podrían aparearse, reproducirse y repoblar la tierra?
Los bioeticistas están ya despejando la senda moral para los experimentos quiméricos humano-animal, argumentando que una vez que la sociedad deje pasar el factor repulsivo, la perspectiva de estas nuevas criaturas parcialmente humanas tendrán mucho que ofrecer a la raza humana.
Por supuesto, esta es exactamente la clase de razonamiento que ha estado siempre una y otra vez justificando el viaje macabro a un Nuevo Mundo Bravo donde todo en la naturaleza puede ser despiadadamente manipulado y re-diseñado para satisfacer a las necesidades contemporáneas y los antojos y caprichos de sólo una especie, el Homo sapiens.
Esta vez, estamos en peligro de destuir paulatinamente la integridad de nuestras especies biológicas en nombre del progreso humano. Con la tecnología quimérica, los científicos ahora tienen el poder de volver a escribir la saga de la evolución -esparcir partes del Homo sapiens en el resto del reino animal y fusionar partes de otras especies con nuestro propio genoma e incluso crear nuevas subespecies y super especies-. ¿Estamos en la cúspide del renacimiento biológico, como algunos creen, o estamos dispersando las semillas de nuestra propia destrucción?
Lo que los científicos no mencionan es que hay alternativas igualmente prometedoras y menos invasivas que estos experimentos bizarros. Hay sofisticados modelos de computadoras para estudiar las enfermedades y para testear la efectividad y toxicidad de las drogas. Hay cultivos de tejidos in vitro, nanotecnología y prótesis artificiales para sustituir el tejido y órganos humanos.
Cuando llegue la experimentación quimérica, entonces, la pregunta es: ¿A qué precio?
Yo creo que el precio es demasiado alto. Nosotros deberíamos fijar un límite a este tipo de experimentación y prohibir cualquier investigación futura que cree quimeras de humanos-animales.
NOTAS DE TRADUCCIÓN
1. En el original: “geep”, de goat y sheep.
2. En el original: “humanzee”, de human y chimpanzee