El tofu

Ediciones Ánima.

El tofu, término de origen japonés, es un derivado de la soja amarilla que, en sus diferentes consistencias, se conoce como “queso de soja”.

Tiene un alto porcentaje de proteínas y, también, un alto grado de UNP, que es la Utilización Neta de Proteínas, concepto que alude al valor biológico de las mismas en cuanto al porcentaje que el cuerpo puede utilizar. La misma depende de la digestibilidad y del tipo y cantidad de los 8 aminoácidos esenciales presentes en el alimento. Contiene abundante lisina, aminoácido que los cereales tienen en poca cantidad, así como también metionina y cistina. Es bajo en grasas y fácil de digerir.

Es una excelente fuente de calcio, mucho más que los productos lácteos, y de otros minerales como hierro, fósforo, potasio y sodio. Contiene vitaminas del grupo B y vitamina E. Tiene pocas calorías, unas 85 a 88 calorías cada 100 gramos.

Se conserva hasta 2 semanas en la heladera, sumergido en agua en un recipiente hermético y guardado en la heladera. Es posible conseguir tofu orgánico, envasado al vacío, con fecha de vencimiento.

Se puede preparar de la siguiente manera:

INGREDIENTES

  • 350 g de granos de soja orgánica bien lavados y dejados toda una noche en remojo.
  • 2 cucharadas de nigari (cloruro de magnesio extraído de las sales marinas), disueltas en un poco de agua.
  • 2 litros de agua.

PREPARACIÓN

  1. Se escurren los porotos dejados en remojo la noche anterior y se licuan a velocidad máxima, con los 2 litros de agua, hasta que adquieran una consistencia cremosa.
  2. Se cocina esta crema a fuego bajo durante unos 15 minutos.
  3. Se filtra la crema cocinada con un colador fino sobre el que se coloca una gasa. El líquido que se filtra es la leche de soja. La pulpa que queda sobre el colador (okara) se puede cocinar bastante tiempo para luego consumirla por separado, aunque puede ser difícil de digerir.
  4. Se hierve la leche durante 5 m removiendo con cuchara de madera.
  5. Se retira del fuego y se agrega la mitad del nigari, siempre revolviendo, hasta que se empiecen a formar coágulos. Se deja de revolver y se añade el resto del nigari, dejando reposar la preparación.
  6. Se escurre y se coloca en un molde con gasa, presionando con la cuchara para que se compacte en el molde.
  7. Se tapa y se deja reposar durante una hora. Se da vuelta el molde y se sumerge el tofu obtenido, de unos 350 g en agua y así llegamos a la conservación en la heladera.

Como no tiene sabor, se adapta y moldea a diferentes preparaciones, tanto dulces como saladas, tomando el sabor de los alimentos con que se une o acompaña.