Diez razones para apoyar los derechos animales y su explicación

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Tom Regan | nov 2002 | Traducción: Ana María Aboglio y Alejandro Kapacevich © 2002 Ediciones Ánima

La filosofía de los derechos animales es:

1- Racional:
No es racional discriminar arbitrariamente. Y la discriminación contra los animales no-humanos es arbitraria. Está mal tratar a los seres humanos mas débiles, especialmente a aquéllos cuyo coeficiente mental es inferior al considerado normal, como «herramientas» o «recursos renovables» o «modelos» o «mercancías». No puede ser correcto, por lo tanto, tratar a los otros animales como si fueran «herramientas», «modelos» y cosas por el estilo, si su psicología es tan rica (o mayor que) la de esos humanos. Pensar de otra manera es irracional.

Describir un animal como un sistema físico-químico de extrema complejidad, es sin duda perfectamente correcto, excepto porque desaparece la «animalidad» del animal.
E.F. Schumacher

2- Científica:
La filosofía de los derechos animales es respetuosa de nuestra mejor ciencia en general y de la biología evolutiva en particular. La última enseña que, en palabras de Darwin, los humanos difieren de muchos otros animales «en grado», no en género. Cuestiones fundamentales que se inclinan hacia un lado, es obvio que los animales usados en laboratorios, criados para comida y cazados por placer, por ejemplo, tienen nuestro tipo de psicología. Esto no es fantasía, esto es un hecho, probado por nuestra mejor ciencia.

No existen diferencias fundamentales entre los humanos y los grandes mamíferos en sus facultades mentales.
Charles Darwin

3- Desprejuiciada / Imparcial:
Los racistas son personas que piensan que los miembros de su raza son superiores a los miembros de otras razas simplemente porque el primero pertenece a (la «superior») su raza. Los sexistas creen que los miembros de su propio sexo son superiores a los miembros del sexo opuesto simplemente porque el primero pertenece a su propio (el «superior») sexo. Tanto el racismo como el sexismo son insoportables paradigmas de intolerancia. Las diferencias raciales y sexuales son biológicas, no son diferencias morales.

Lo mismo vale para el «especismo», la visión de que los miembros de la especie Homo sapiens son superiores a los miembros de todas las demás especies simplemente porque los seres humanos pertenecen a su propia (la «superior») especie. Dado que no hay especies superiores. Pensar de otra manera, implica ser no menos prejuicioso que un racista o un sexista.

Si puedes justificar matar para comer carne, puede justificar las condiciones del gueto. Yo no puedo justificar ninguna de las dos.
Dick Gregory

4- Justa:
La justicia es el principio mas elevado de la ética. No estamos para cometer o permitir injusticia para que lo bueno pueda venir; no estamos para violar los derechos de unos pocos para que la mayoría pueda beneficiarse. La esclavitud permite esto. El trabajo infantil permite esto. La mayoría de los ejemplos de injusticia social permiten esto. Pero no la filosofía de los derechos animales, cuyo principio más elevado es aquél de la justicia. Nadie tiene derecho a beneficiarse como resultado de la violación de los derechos de otro, tanto si el «otro» es un ser humano o cualquier otro animal.

Las razones para la intervención legal a favor de los niños se aplica con la misma fuerza en el caso de estos desafortunados esclavos – los (otros) animales.
John Stuart Mill

5- Compasiva:
Una vida humana completa demanda sentimientos de empatía y simpatía -en una palabra, compasión – para las víctimas de las injusticias -sean humanas u otros animales. La filosofía de los derechos animales solicita, y su aceptación promueve el crecimiento de, la virtud de la compasión. Esta filosofía es, en palabras de Lincoln, «el camino de un ser humano completo.»

La compasión en la acción puede ser la gloriosa posibilidad que podría proteger a nuestro multitudinario contaminado planeta.
Victoria Moran

6- Generosa:
La filosofía de los derechos animales demanda un compromiso para servir a aquéllos que son débiles y vulnerables -aquellos que, sean humanos u otros animales, carecen de la habilidad para hablar y defenderse por sí mismos, y quienes están en necesidad de protección contra la avaricia humana y la dureza. Esta filosofía requiere este compromiso, no porque sea de nuestro propio interés darlo, sino porque es correcto hacerlo. Esta filosofía por lo tanto hace un llamamiento, y su aceptación promueve el crecimiento, del servicio generoso.

Necesitamos una filosofía moral en donde el concepto de amor, tan raramente mencionado hoy en día por los filósofos, pueda ser central una vez más.
Iris Murdoch

7- Propiciadora de la realización personal:
Todas las grandes tradiciones en la ética, religiosas y seculares, enfatizan la importancia de cuatro cosas: conocimiento, justicia, compasión, y autonomía. La filosofía de los derechos animales no es una excepción. Esta filosofía enseña que nuestras elecciones deberían basarse en el conocimiento, deberían ser expresivas de la compasión y la justicia, y deberían hacerse libremente. No es fácil lograr estas virtudes, o controlar las inclinaciones humanas hacia la avaricia y la indiferencia. Pero una vida humana completa es imposible sin ellas. La filosofía de los derechos animales hace un llamamiento a ambas, y su aceptación promueve el crecimiento de la realización de los propios deseos.

La humanidad no es un precepto externo muerto, sino que se trata de un impulso vivo desde adentro, no un auto-sacrificio, sino una auto-realización de los deseos propios.
Henry Salt

8- Socialmente Progresiva:
El mayor impedimento para la prosperidad de la sociedad humana es la explotación de otros animales en manos humanas. Esto es verdadero en el caso de dietas no saludables, de la confianza habitual en el «modelo animal entero» en la ciencia, y de las muchas otras formas que la explotación animal toma. Y esto, por ejemplo, es tan verdadero como la educación y la publicidad, las cuales ayudan a disminuir la psiquis humana frente a las demandas de la razón, la imparcialidad, la compasión y la justicia. En todos estos caminos (y más), las naciones quedan profundamente atrasadas porque fallan en servir los verdaderos intereses de sus ciudadanos.

La grandeza de una nación y su progreso moral puede juzgarse en la manera en que trata a sus animales.
Mahatma Gandhi

9- Ecológicamente prudente
La mayor causa de la degradación medioambiental, incluyendo el efecto invernadero, la contaminación del agua, y la pérdida de la tierra cultivable y el humus, por ejemplo, puede encontrar su origen en la explotación de los animales. Este mismo modelo existe a lolargo del ancho rango de problemas medioambientales, desde la lluvia ácida y la acumulación de residuos tóxicos en el mar, a la contaminación del aire y la destrucción del hábitat natural. En todos estos casos, actuar para proteger los animales afectados (quienes, después de todo, son los primeros en sufrir y morir de esas enfermedades medioambientales), es actuar para proteger la tierra.

Hasta que establezcamos un compasivo sentido de parentesco entre nuestra propia especie y aquellos mortales compañeros que comparten con nosotros el sol y la sombra de la vida sobre este agonizante planeta, no habrá esperanza para otras especies, no habrá esperanza para el medioambiente, y no habrá esperanza para nosotros mismos.
Jon Wynne-Tyson

10- Pacífica
La demanda fundamental de la filosofía de los derechos animales es tratar a los humanos y a otros animales con respeto. Hacerlo requiere que no dañemos a alguien sólo porque nosotros mismos u otros podamos beneficiarnos. Esta filosofía por lo tanto es totalmente opuesta a la agresión militar. Es una filosofía de paz. Pero es una filosofía que extiende la demanda de paz mas allá de los límites de nuestra especie. Desde que hay una guerra que se produce, todos los días contra millones de animales no-humanos. Estar verdaderamente a favor de la paz es estar firmemente en contra del especismo. Es una expresión de deseos creer que puede haber «paz en el mundo» si no podemos traer paz a nuestra relación con otros animales.

Si por algún milagro en toda nuestra lucha la tierra se salva del holocausto nuclear, sólo la justicia de cada organismo viviente salvará a la humanidad.
Alice Walker