Anticuerpos sin animales
Informe de AAVS.Traducción: Natalia Haller | enero 2005 | Ediciones Ánima.
Cada año millones de ratones son sometidos a un procedimiento horroroso con el objetivo de producir y extraer de sus cuerpos un anticuerpo especial denominado ‘monoclonal’, cuyo uso se ha extendido prácticamente a todos los campos de investigación humana y veterinaria. Todos los pasos de este procedimiento le causan al animal un sufrimiento extremo, y la extracción final del fluido es tan atroz que suele acabar con su vida.
Los anticuerpos monoclonales se utilizan especialmente para el diagnóstico de enfermedades, la identificación de infecciones virales y bacterianas e inclusive para el tratamiento de muchos tipos de cáncer, infecciones y otros males. Lo que hace que estos anticuerpos sean tan útiles es que al ingresar al cuerpo atacan a un antígeno específico (sustancia que provoca una respuesta inmunológica) ya que identifican y/o destruyen al material que no es propio del cuerpo. Algunos laboratorios elaboran anticuerpos monoclonales en grandes cantidades por medio de bioreactores (recipientes gigantescos utilizados para fermentación y reacciones enzimáticas). Sin embargo, muchos otros laboratorios elaboran cantidades menores utilizando animales.
La elaboración de los anticuerpos monoclonales
La elaboración de anticuerpos comienza con la formación de células denominadas ‘hibridomas’, que son la fusión de dos tipos de célula: linfocitos y células cancerosas. Al entrar en contacto con los antígenos, los linfocitos producen anticuerpos específicos, por lo tanto la ciencia ha podido transformarlos en una especie de pequeña fábrica capaz de producir el tipo específico de anticuerpo que sea necesario. Los científicos funden los linfocitos con una célula cancerosa, que aporta su capacidad de división y crecimiento continuo. La célula que se obtiene posee las dos características requeridas: produce un tipo específico de anticuerpo y crecerá y se dividirá continuamente. El único interrogante es dónde hacerla crecer.
Los animales sufren innecesariamente
Lamentablemente, muchos laboratorios aún utilizan el antiguo y doloroso método de ‘ascitis’ en animales para elaborar anticuerpos monoclonales. Luego de la creación de los hibridomas, se hace un cultivo celular con los mismos y se lo inyecta en el abdomen del ratón, donde el tumor se expande rápidamente. El abdomen del ratón va creciendo a medida que crece el tumor, y secreta un fluido que contiene el anticuerpo deseado. Entre los diez y doce días posteriores, el abdomen del ratón mide casi el doble que el original, lo cual le causa un sufrimiento intenso. El fluido, que contiene los anticuerpos, es drenado mediante una punzación, lo cual causa al animal aun más dolor y malestar.
Existen otras alternativas
Desde 1975 se sabe que se puede elaborar anticuerpos monoclonales sin utilizar animales, pero el uso de éstos se extendió en la producción en cantidades pequeñas. En la década de 1990 la A.R.F.D. (Fundación para la investigación y el desarrollo alternativos), una asociación afiliada a la A.A.V.S. (Sociedad norteamericana contra la vivisección) asignó fondos a científicos con experiencia para desarrollar un método de laboratorio que permitiera producir anticuerpos monoclonales en forma eficiente y humana. El resultado fue la creación de la bolsa de cultivo de tejido permeable al gas. Estas bolsas están especialmente diseñadas para que crezca el tipo de anticuerpo deseado cuando se les coloca las células y el medio de cultivo correctos. Las bolsas elaboran más anticuerpos monoclonales en menor tiempo y en forma más económica, y no causan la contaminación con proteínas animales que suele ocurrir con el método de ascitis. Estas son razones importantes desde el punto de vista práctico. En cuanto a la ética, más de un millón de animales por año podrían ser libres de tanto sufrimiento, tan sólo en E.E.U.U. Existen además otras alternativas, como los grandes biorreactores, los tubos de diálisis, los cultivos celulares de suspensión y los minifermentadores.
Europa lidera el cambio por las alternativas
Las alternativas son tan simples, confiables y económicas que los Países Bajos, Alemania, Reino Unido y Suiza han prohibido el uso de animales para la producción de anticuerpos monoclonales. En abril de 1997, el E.C.V.A.M. (Centro europeo para la validación de métodos alternativos) recomendó en su publicación que toda la Unión Europea prohiba la producción animal rutinaria de anticuerpos monoclonales.