Y otro…

Gary Francione | junio 24, 2009 | Traducción: Ana María Aboglio. Ediciones Ánima.

© Gary Francione. © Traducción: Ana María Aboglio © 2009 Ediciones Ánima.
Texto perteneciente al Blog personal de Gary Francione.
24 de junio de 2009.

Estimados/as colegas:

Associated Press informó la siguiente noticia:

(AP) Una mujer de 23 años, que consiguió que un amigo matara a su Jack Russell terrier, fue acusada de despellejar al cachorro para hacer un cinturón con su piel.

Krystal Lynn Lewis y Austin Michael Mullins, de 26 años, fueron detenidos el viernes en la prisión del distrito de Muskogee, con una fianza de 25.000 dólares cada uno. Fueron acusados de cometer un crimen de crueldad hacia los animales.

“Estamos hablando de un cachorro indefenso de 6 ó 7 semanas de edad,” dijo George Roberson, delegado del jefe de policía. “Esto es algo horrendo y sádico.”

Un juez de Muskogee County pidió una audiencia para determinar la capacidad mental de Lewis.

Lewis quería ver muerto al cachorro, llamado Poplin, porque había sido un regalo de una ex-amante femenina con quien ella no andaba bien, dijo el delegado George Roberson, de Muskogee County.

Roberson dijo que Mullins disparó al terrier 10 veces con una pistola calibre 22. Lewis despellejó al animal en su departamento y clavó la piel en una tabla.

Fue obviamente erróneo matar al perro para hacer un cinturón (o para cualquier otro propósito). Pero ¿qué pasa con las vacas y otros no humanos que proporcionan los cinturones y los zapatos que casi todos usan?

En el caso del perro, acusamos a las personas de crimen y establecemos una fianza de 25.000 dólares. En el caso de la vaca, no nos detenemos para reflexionar ni un segundo. ¿Por qué no vemos ambos casos como “horrendos y sádicos”?

Este es otro ejemplo del modo confuso y engañoso en que pensamos acerca de los animales. Necesitamos educar a otros para conseguir que ellos vean que deberían tener la misma reacción en el caso de la vaca que la que tienen en el caso del perro.

No hay alguna explicación racional, o alguna justificación moral, para tener una reacción diferente.