Instituto de genética líder en el mundo que utilizaba animales no humanos cerrará sus instalaciones

Por Holly Else
29 de mayo de 2019
Traducción: Paula Torres. Revisión y corrección de la traducción Ana María Aboglio. Ed. Ánima. 16 de junio de 2019.
Fuente: Nature

La decisión que tomó Sanger deja muchas preguntas en los investigadores, que temen que el Reino Unido se quede atrás.

Uno de los principales centros genómicos del mundo -el Instituto Wellcome Sanger, ubicado en Hinxton, Reino Unido- decidió cerrar sus puertas tras 13 años de trabajo dedicados a la investigación animal suministrando cepas de ratones a miles de investigadores genéticos de todo el mundo. Pero a algunos científicos les preocupa que sea demasiado pronto para reducir la investigación en animales y que la medida reducirá la capacidad del centro para hacer ciencia de vanguardia.
Establecida en 2006, la instalación para animales, que se construyó a un costo de £ 30 millones (US $ 38 millones), alberga ratones, peces cebras, ratas y ranas utilizadas en la investigación y emplea a unas 70 personas.

El instituto anunció su cierre al personal el día 16 de mayo, como consecuencia de un movimiento hacia el uso de alternativas tecnológicas en investigación genética, en lugar de animales, tales como líneas de células y organoides -estructuras biológicas 3D que pueden crecer en una fuente-.

Pero los científicos de Sanger que estudian problemas complejos como el cáncer, que requieren comprensión de cómo los genes interactúan en todo el organismo, seguirán usando ratones en laboratorios individuales que cerrarían en el año 2022 a más tardar. También estarán habilitados a usar animales de instituciones cercanas, como la Universidad de Cambridge.

“Esta decisión fue impulsada por la estrategia científica del Instituto”, basándose en rigurosas revisiones y consultas, dice el director Mike Stratton, quien informó el cierre al personal.

Impacto Global

El Instituto Sanger es famoso por su rol en el Proyecto Genoma Humano, decodificando un tercio de la secuencia de ADN humano. El Instituto es conocido por el papel que desempeñó en un proyecto en el que los investigadores «bloquearon» todos los genes del genoma del ratón uno por uno. También creó una biblioteca de referencia de genomas de las cepas de ratones comúnmente utilizadas en la investigación, lo que permite a los investigadores de todo el mundo determinar si las mutaciones que encuentran en los experimentos son nuevas o están establecidas.

El cierre de Sanger refleja la reducción de la investigación animal en el Instituto durante los pasados años, dijo Mike Turner, director de ciencia de la organización benéfica Wellcome Trust situada en Londres, que financia a esta institución. La estrategia científica del Instituto está cambiando hacia proyectos alternativos como el Árbol de la Vida, que podrá secuenciar los códigos genéticos de 66.000 especies de plantas y animales. Sanger es también parte del Proyecto Atlas de Células Humanas, que creará mapas referenciales detodas las células humanas, dijo:

“La tendencia actual es trabajar con sistemas in vitro para estudiar la biología humana”, reconoce Ramiro Alberio, un biólogo desarrollador de la Universidad de Nottingham, Reino Unido, que no se vio sorprendido por el cierre.

Pero la decisión ha suscitado preguntas entre algunos científicos biomédicos. Temen que Sanger no pueda mantenerse a la vanguardia de la investigación genética, pues dicen que aún se basa en experimentos con modelos animales de enfermedad.

El cierre es un “gigantesco paso hacia atrás”, dijo Roberto Weinberg, un biólogo que investiga el cáncer en el Instituto Whitehead de Investigación Biomédica de Cambridge, en Massachusetts, que utiliza animales no humanos en sus experimentos. “Estoy sorprendido porque esta decisión es muy errada. Es adelantada en al menos una década o dos. Sanger quedará atrás” Dice que a medida que los científicos aprenden más sobre los procesos de las enfermedades, incluyendo el cáncer, se están dando cuenta cada vez más de que el análisis del genoma por sí solo no proporcionará todas las respuestas. Los ratones son particularmente útiles para estudiar tejidos complejos. “Los ratones como modelos son irremplazables y no debemos obviar sus complejos conjuntos de información”, agregó.

Los animales de Sanger son de los mejores del mundo, dice Mónica Justice, genetista molecular del Hospital de Niños Enfermos de Toronto, Canadá. Justice dice que Sanger fue establecida para ayudar a los científicos a entender lo que hacen los genes de los ratones y que muchos programas en este campo -llamado genómica funcional- finalizaron por haber progresado, por lo que son menos requeridas las colonias de ratones de Sanger. Pero dice que otros institutos están expandiendo sus reservas de ratones ya que son usados crecientemente por los científicos en investigación preclínica, por ejemplo.

Los cambios también podrían disuadir a los genetistas de trabajar en Sanger, y tal experiencia es crucial para los programas de biología de primera clase, dice David Beier, un genetista investigador de la Universidad de Washington en Seattle.

La confusión previa

El cierre viene seis meses después de que un científico de Sanger hablara acerca de “graves preocupaciones” acerca del bienestar de los animales en la instalación, en una carta que envió al director de operaciones de Sanger, Martin Dougherty.

En la carta de noviembre de 2018, una versión no firmada que ha sido vista por Nature, los científicos dijeron que la escasez de personal estaba poniendo en riesgo los altos estándares de bienestar de la instalación y que la falta de personal capacitado significaba que los animales no humanos estaban siendo asesinados porque no se podían utilizar. Esto viola los estándares éticos, así como los requisitos establecidos por el Ministerio del Interior, el departamento de gobierno del Reino Unido responsable de la investigación con animales no humanos, decía la carta.

Las fallas son tales que creemos que existe un riesgo inminente riesgo de infracciones del Ministerio del Interior y posibles revocaciones de licencias”

Un portavoz de Sanger le contó a Nature que, respondiendo a estas inquietudes, implementó un programa para abordarlas y notificó al Ministerio del Interior. El cierre de las instalaciones, dice, no está vinculada a cuestiones de bienestar, y que el bienestar animal es una de las prioridades del Instituto.

Allan Bradley, un genetista que trabajó con ratones como sujetos de experimentación hasta noviembre de 2018 y que ayudó a establecer esta instalación, dijo que es considerada como un tesoro por científicos de todo el mundo. Quien también fue director de Sanger asegura que en los pasados 12 años se han mantenido los más altos estándares internacionales de bienestar animal en el lugar.

 Nature 569, 612 (2019)
doi: 10.1038/d41586-019-01685-7