Dietas con alto contenido proteico

Por Alejandro Kapacevich. Ediciones Ánima.

Estos tipos de dietas tienen como objetivo eliminar los hidratos de carbono, de cualquier tipo. El hidrato de carbono es el combustible natural para nuestros cuerpos.

El precio que se paga es alto: las dietas altas en proteínas están cargadas con colesterol, grasa saturada y proteína animal, y son peligrosas por ser bajas en fibra y otros nutrientes protectores.

Las Malas Noticias
A pesar de historias ocasionales acerca de una dramática pérdida de peso, el efecto reductor de este tipo de dietas no es muy diferente al de cualquier otra dieta para bajar de peso. Dos recientes estudios (uno en la Universidad de Duke y el segundo en la Universidad de Pennsylvania, cuyos resultados aún no fueron publicados) sugieren que la pérdida de peso promedio con dietas altas en proteínas durante los primeros seis meses de uso es cerca de 9 kilos, lo cual es casi lo mismo que ocurre con las dietas bajas en calorías o las dietas veganas bajas en grasas.

Pero a diferencia de las saludables dietas veganas, las cuales reducen el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y otros problemas, los patrones dietarios altos en proteínas están asociados con un aumento en el riesgo de las siguientes condiciones:

1- Cáncer colorectal. Este tipo de cáncer es uno de los más comunes. El alto consumo de carne a largo plazo, particularmente carne roja, está asociado de modo significativo con un incremento en el riesgo de cáncer colorectal. El informe de 1997 del Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, llamado «Comida, nutrición y la prevención del cáncer», reportó eso. Basados en la evidencia disponible, se determinó que las dietas con un elevado contenido en carnes rojas tienen que ser consideradas como probables contribuyentes del cáncer colorectal. Las dietas altas en proteínas también son bajas en fibra dietaria, la cual nos protege del cáncer.

2- Enfermedades cardíacas. Las dietas altas en proteínas están cargadas con colesterol y grasa saturada. Además de su efecto en los niveles de colesterol en sangre, el cual está actualmente bajo estudio, las comidas grasosas reducen la conformidad de las arterias, aumentando el riesgo de ataques cardíacos inmediatamente después de las comidas.

3- Función deteriorada del riñón. Las personas que consumen grandes cantidades de proteína animal tienen un riesgo significativo de dañarse los riñones. La Academia Americana de Médicos Familiares observó que la ingesta de grandes cantidades de proteína animal es, en gran medida, el factor responsable por el gran predominio de los cálculos en los riñones. Se recomienda limitar o eliminar la ingesta de proteína animal para prevenir la reaparición de los cálculos en los riñones.

4- Osteoporosis. Es sabido que la ingesta muy alta de proteína estimula la pérdida de calcio a través de la orina y también ha sido relacionada con un aumento en el riesgo de padecer fracturas, de acuerdo a diferentes estudios de investigación.

5- Complicaciones en la diabetes. En la diabetes, y problemas de cálculos (piedras) y del corazón son particularmente comunes.

Declaraciones equivocadas y engañosas.

Entonces, ¿porqué las personas creen en las dietas altas en proteínas? En parte, solo porque algunos mitos no mueren. Por ejemplo:

1- «Las comidas grasosas no engordan, porque la ingesta de grasa cayó durante los 80´s, justo cuando empezó la epidemia de obesidad en EE.UU.».

Esto es simplemente falso. Las encuestas de alimentos demuestran que la ingesta diaria de grasa por persona no bajó ni un poco durante ese período en EE.UU. Para los adultos, la ingesta promedio de grasa fue de 81 gramos en 1980, ascendiendo a 86 gramos en 1991.
Un notable contribuyente en el aumento de la ingesta de grasa durante aquel período fue un excesivo aumento en el consumo de queso. En 1975 rozó los 7 kg. per capita, y en 1999 se llegó a mas de 13 kg. Los típicos quesos tienen aproximadamente un 70% de su energía derivada de grasa y son una fuente significante de colesterol en la dieta.

2- «La grasa y el colesterol no tienen nada que ver con los problemas cardíacos»

La evidencia que demuestra que las dietas basadas en carne aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas es arrolladora.

3- «La carne no estimula a la insulina; solo los hidratos de carbono lo hacen, y es por eso que hacen obesas a las personas».

Los libros populares y las historias periodísticas incitaron a los individuos a evitar las comidas ricas en carbohidratos, sugiriendo que los alimentos altos en proteínas no estimularán la liberación de insulina. Sin embargo, contrario a este mito popular, las proteínas estimulan la liberación de insulina, tal como lo hacen los hidratos de carbono. De hecho, estudios clínicos indican que la carne de vaca y el queso causan una liberación mas grande de insulina que la pasta, y el pescado produce mas liberación de insulina que el pochoclo. La proteína animal está considerada hoy como fuertementemente diabetogénica.

4- «Las personas que comen mas hidratos de carbono tienden a ganar mas peso».

En estudios epidemiológicos y pruebas clínicas, lo opuesto ha sido probado como cierto. La gente a lo largo de Asia consume grandes cantidades de carbohidratos en forma de arroz, fideos, y vegetales y generalmente pesan menos que los americanos -incluidos americanos asiáticos- que cenan carne, productos lácteos y comidas fritas. Del mismo modo, los vegetarianos, cuyas dietas son generalmente ricas en hidratos de carbono, típicamente pesan menos que los omnívoros.

El punto básico es éste: no importa como la prepares, las dietas basadas en carne son una mala noticia para tu salud.

Fuente: Neal Barnard –Physicians Committee for Responsable Medicine.