Costo ecológico y hambre mundial

Ana María Aboglio

Publicado en septiembre de 2007.

Mientras que la agricultura tradicional usa la energía terrestre y solar para desarrollar más energía aprovechable, la cría intensiva hace lo contrario. La F.A.O. (Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas) concluye, en un estudio coordinado junto a otros 2 organismos oficiales, que la producción de ganadería se ha convertido en un factor importante en la degradación del medio ambiente. Según un informe elaborado recientemente por este organismo, los animales criados para obtener su carne generan el 18% de las emisiones de gas que producen el efecto invernadero y origina el 65 % de las emisiones de óxido nitroso en relación con el ser humano. ¿Porqué la FAO apenas se refiere a la adopción de dietas sin consumo de animales y propone soluciones tan superficiales? Jeremy Refkin considera que: “Quizá la razón sea que la industria mundial de la ganadería es el sector de más rápido crecimiento de la agricultura mundial. Da empleo a 1.300 millones de personas y representa el 40 por ciento de la producción agrícola mundial.” [1]

Algunos datos:

  • Selvas y bosques son arrasados para proporcionar pasturas, lo que implica aumento del efecto invernadero, productor de sequías, deshielo de casquetes polares, inundaciones, pérdida de especies animales y vegetales, erosión de la superficie terrestre. Matanza incluso de animales silvestres como habitualmente sucede en el oeste norteamericano. La desertización, severa forma de degradación de las tierras, encuentra su causa principal en la producción de ganado. La deforestación corre siempre a la par de la destrucción de pueblos indígenas y de las especies animales y vegetales del lugar.
  • Agua, una necesidad elemental. Canilla libre en la ciudad. Pero en el Tercer Mundo una de cada tres personas no tienen acceso al agua potable. Además de sed, significa enfermedades vía bacterias y virus habitantes de las aguas contaminadas. Una de las crisis más impactantes que asolará el nuevo siglo será la falta de agua. Se necesitan 100.000 litros de agua para producir un kilo de carne, y sólo 900 para producir un kilo de trigo. La exagerada concentración de animales produce toneladas de excrementos, lo que supone una fuente importantísima de contaminación hídrica. Mayor uso del recurso entonces, y mayor contaminación.
  • Suelos. El uso de fertilizantes interfiere con la fijación biológica de nitrógeno dañando la fertilidad del suelo. La contaminación procede además del uso excesivo de tóxicos: pesticidas, herbicidas, fungicidas.
    Requiere 40 veces más energía producir proteína vacuna que proteína de soja, con igual valor calórico. Regular la temperatura de las unidades de vivienda y la refrigeración de los productos animales eleva poderosamente los requerimientos energéticos.
  • Aire: Polucionado por amoníaco, óxido nitroso, metano y dióxido de carbono, todos asociados al calentamiento global, depleción de la capa de ozono y lluvia ácida. La superpoblación de animales facilita, además, la infección de la carne por bacterias, principalmente salmonella y campylobacteria. El ganado produce un 20% del metano liberado a la atmósfera. De acuerdo con ‘World Poultry’ la concentración de endotoxinas transportadas por aire en los criaderos de pollos daña la salud de trabajadores y animales.
    Cantidad de tierra cultivable es utilizada para producir alimento para animales en vez de usarse directamente para alimentación de los humanos. El proceso es altamente deficitario. Un ternero necesita 9 kg. de proteína para producir medio kilo de proteína animal. 11 vegetarianos pueden alimentarse con lo producido por la tierra necesaria para alimentar a un carnívoro. Europa, además de utilizar en alta proporción sus propias tierras para alimentar animales, importa el 70% de sus proteínas con ese fin.

Las granjas industriales -cerca de un 95% en EE.UU. y varios países de Europa- devoran animales, incluyendo a los humanos, y al planeta todo. En Argentina este sistema se está implementando activamente en los últimos años. El engorde a corral para los bovinos se suma a los sistemas de confinamiento ya usados para porcinos y aves. Muchos de los animales que se ven pastar libremente sólo pasan allí los primeros meses de vida para ser luego llevados a los feed lots.

Gran parte de las selvas tropicales que aún existen en lugares como el Amazonas está siendo talada para hacer lugar a las tierras de pastoreo. Al mismo tiempo, la tierra cultivable de todo el mundo se erosiona debido a la tala excesiva, y el agua dulce que queda en el mundo se contamina con los desechos animales y los pesticidas.

Sin duda la ganadería es un desastre ecológico que se suma al daño inconmensurable que impartimos a millones de seres sintientes.

Notas

[1] Rifkin, J, Nos conviene un menú cada vez más vegetariano, Clarín, disponible en:http://www.clarin.com/suplementos/zona/2007/01/21/z-03103.htm